Salio del subte.
Imagino cómo se vería su rostro.
Definitivamente los pelos desprolijos, los ojos hinchados. Los labios, secos de expulsar humo.
Se pregunto cómo se vería el rostro de ella hoy; mientras el corazón le ocupaba hasta los pies.
Llego a su casa. No pedía mas.
abril 30, 2011
abril 25, 2011
abril 02, 2011
Juana Por una Noche
marzo 31, 2011
Bunsen

Mi hermana, trabaja en la facultad de Agronomía. La oficina tiene un gran ventanal por el que se ven arboles. Parece mentira que fuera una oficina.
Me invito a almorzar empanadas, las compramos enfrente. Esperamos el pedido y volvimos a cruzar.
Intentó abrir un portón para que comiéramos en el botánico. No pudimos con el picaporte y decidimos sentarnos en una mesa, de tronco, bajo un árbol lleno de loros.
Entre empanada y empanada comento de algunos modificaciones en el programa de su carrera que la retrasaría mas tiempo. La escuche y mire el reflejo del lugar en uno de sus ojos. No se explayo mas allá de los detalles técnicos del programa pero siento que tiene urgencia con su carrera.
Yo, con ganas de que lo loros fueran mudos y con miedo a que algún bicho me picara o que algo extraño saliera del pabellón de Genética. Le comente que las cosas relacionadas con la genética me daban miedo.No pasa nada es de día, me dijo.(como si de día no se pudiera tener miedo, pensé).
Terminamos la gaseosa que compartiamos y nos fuimos.
febrero 09, 2011
Enero en Febrero
Francisco detuvo el auto en doble fila y pregunto: ¿acá es la fiesta?
Las personas, entre ellas desconocidas, respondieron si. Estaciono el auto y bajo con cervezas en la mano.
Entre idas y vueltas, a la cocina, quedó sentado al lado de Juana. Cruzaron palabras, solo las necesarias para no quedar mala onda. Sonó otra canción y ambos quedaron en silencio, pero sin moverse del lugar. Como si estuvieran sentados en una vuelta al mundo, en algún parque de diversiones, en el mes de febrero.
Las personas, entre ellas desconocidas, respondieron si. Estaciono el auto y bajo con cervezas en la mano.
Entre idas y vueltas, a la cocina, quedó sentado al lado de Juana. Cruzaron palabras, solo las necesarias para no quedar mala onda. Sonó otra canción y ambos quedaron en silencio, pero sin moverse del lugar. Como si estuvieran sentados en una vuelta al mundo, en algún parque de diversiones, en el mes de febrero.
diciembre 20, 2010
diciembre 11, 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)